SEMANA SANTA EN CUSCO

La festividad de la semana Santa en Cusco inicia el domingo de Ramos se realiza la tradicional bendición de Ramos, procesión y celebración eucarística en la Basílica Catedral desde las 9 de la mañana.

A diferencia de otras conmemoraciones la Semana Santa en Cusco tiene como día central el Lunes Santo debido a que en dicha fecha sale en procesión el Patrón Jurado del Cusco, el Señor de los Temblores. El Arzobispo de la ciudad ofrece la Misa de Comunión en la Catedral, a partir de las 8 am. Se celebran misas cada hora hasta las 12 del mediodía.

El Viernes Santo tiene como escenario principal la Plaza San Francisco donde se inicia el viacrucis hasta la Cruz del Papa ubicado en Saqsaywaman, evento organizado por el Convento de San Francisco. De manera paralela en la plaza inicialmente mencionada se lleva a cabo el Hampi Rantikuy o feria de plantas medicinales que son vendidas por los campesinos provenientes de lugares lejanos, resalta la compra de cruces de espinos crecidas de manera natural, estas cruces son colocadas detrás de las puertas de los hogares cusqueños para protegerlos del mal.

EL SEÑOR DE LOS TEMBLORES

La Capital Arqueológica de América y antigua cabeza principal del otrora poderoso Imperio del Tahuantinsuyo celebra la Semana Santa rindiendo culto a la imagen del Señor de los Temblores o Taitacha Temblores, en quechua.
Según algunas fuentes, la historia de este Cristo de rasgos descarnados y de sobrecogedora apariencia se remonta a cuando el emperador Carlos V envió la efigie a Cusco, hecha especialmente para los indios, copiando las bruscas facciones de éstos. Los españoles buscaban consolidar así la Conquista hecha por la espada e imponer su adoración.
Pero fue el 31 de mayo de 1650 cuando se encendió aún más la llamarada de fe del pueblo cusqueño por el Señor de los Temblores. Esa tarde, un terremoto azotó la ciudad echando abajo muchas casas y templos. Fue entonces en que ocurrió un milagro para muchos: indios, señores, esclavos y mestizos se mezclaron todos para adorar y pedir amparo al Cristo de los Temblores.
Desde esa época, las andas de este Cristo mestizo salen en procesión cada Lunes Santo, seguidas por una multitud de feligreses que lo acompañan con humilde fervor. En las ventanas de las casas, por donde pasa la efigie, se colocan refinadas piezas de tapicerías aterciopeladas con franjas de oro, telas y alfombras brillantes, que las familias reservan especialmente para esta ocasión. Mientras tanto, los Camaretos o pequeños morteros, petardos y cohetes agitan el ambiente con su estruendo hacen casi inaudibles los cánticos y oraciones de la multitud.